DIARIOS INCIERTOS
UNA MEMORIA DE NUESTRA PANDEMIA
Un proyecto de la Biblioteca Pública Piloto.
Fotografía y recorridos: Juan Fernando Ospina.
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De alguna manera, los habitantes del mundo nos volveríamos webcamers.
Estos afiches pegados por todo el centro de Medellín, en el mes de febrero de 2020,
parecían un presagio del futuro cercano.
(Te invitamos a recorrer el home, entrar a las galerías y explorar las imágenes.
Mejor en computador. Pronto la versión optimizada para móviles.)
La mansedumbre de los días nos tenía habituados a su inercia. Vivíamos en las calles, con los otros. Comprábamos un dulce, un periódico, nos dábamos un beso, un abrazo. Las preocupaciones eran las de siempre: las económicas, las políticas, las sociales. Esto, irremediablemente, cambiaría.


El rumor de que algo peligroso venía
se hacía cada vez más latente,
se rumoreaba que traía pisadas de
animal grande.
Se venían nuestras últimas risas sin
tapabocas.
No éramos felices y lo sabíamos,
pero a fuerza de lidias sobrevivíamos
en un mundo en el que
necesitábamos estar juntos.



Eran días en los que el tiempo transcurría
con su acostumbrado frenetismo, en unos meses
perderíamos la noción de su paso. El reloj se
detendría, no sabríamos a ciencia cierta la
duración de las horas.
Nos abrazábamos, hablábamos mal del
prójimo, salíamos con un miedo
distinto…

Concierto de Boom Alakrán en el bar El Guanábano. 29 de febrero de 2020.
Fragmento de la canción La calle está dura de Boom Alakrán.
El virus nos cambió unos miedos por otros.
DÍAS PASADOS
Los pájaros migratorios
buscan el verano.
Abajo, en la tierra,
El Virus
se propaga más rápido
que su desplazamiento alado.


Luego tuvimos mucho miedo.
Luego sentimos una tensa calma
con incertidumbre.
Luego miedo otra vez,
pero con calma y también con incertidumbre.
Luego solo incertidumbre.

Un metro.
Un metro y medio.
Dos metros de separación.
Si salíamos de nuestros confinamientos,
debíamos guardar distancia social.
El otro se volvió peligroso.



Las señales impresas en la calle se modificaron,
advertían del peligro invisible que flotaba por el aire.




DÍAS EN CUARENTENA
El virus flotaba por el aire y se adhería a las superficies.
La historia se repite, primero como tragedia y luego como parodia.



El encierro obligatorio despertó otros
virus: la desigualdad, las masacres, los
feminicidios, la violencia intrafamiliar, se
escalaron hasta niveles alarmantes.
La protesta empezó pese a la pandemia.
La gente gritó en las calles, con tapabocas.



DÍAS FUTUROS


Se aplaza el fin del mundo, otra vez.
DIARIOS PERIÓDICOS

Un proyecto de la Biblioteca Pública Piloto. Fotografía: Juan Fernando Ospina. Montaje y curaduría: Universo Centro.